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DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE SISTEMAS AGROFORESTALES

Luis A. Arévalo (2)

(2) Ing. Agr. Investigador Agroforestal del Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA)/Centro Internacional para la Investigación en Agroforestería (ICRAF)

INTRODUCCIÓN

La producción de dos o más cultivos en el mismo terreno durante uno o más años, es una forma común de agricultura en los trópicos húmedos (Sánchez, 1981), pero todavía como una práctica desordenada y primitiva.

En fincas de pequeños agricultores, predominan las mezclas de cultivos de ciclo corto, temporales y permanentes; reflejando una combinación de especies en el tiempo y en el espacio similar a la naturaleza (Trouse, 1975). Esto sugiere que existe un conocimiento primario por parte de los agricultores sobre las prácticas agroforestales, y que son sujetos a mejorarlos tanto en su diseño como en su manejo para incrementar la productividad de los sistemas.

Este artículo presenta los lineamientos principales de los diferentes Sistemas Agroforestales (SAF), que sirvan a los técnicos como una guía para diseñar uno o más de los SAF apropiadas a su realidad.

LOS SISTEMAS AGROFORESTALES

En la literatura se pueden encontrar más de 15 definiciones para los SAF (Nair, 1983). La definición que está en uso por ahora, se refiere a los SAF como un nombre colectivo para todos los sistemas y prácticas de uso de la tierra, donde árboles o arbustos perennes leñosos son deliberadamente sembrados en la misma unidad de manejo de la tierra con cultivos agrícolas y/o animales, tanto en mezcla espacial o en secuencia temporal; presentando interacciones ecológicas y económicas significativas entre los componentes leñosos y no leñosos (Lundgren, 1987). Esto indica claramente la naturaleza compleja de los SAF.

El crecimiento mundial de la población, se estima que será el doble del actual en los próximos 25 años. Para mantener el aprovisionamiento necesario de alimentos para dicha población, sin promover la deforestación, la producción de alimentos y de productos agroforestales, no solamente deberá aumentar, sino también alcanzar valores superiores a la demanda.

Los SAF presentan ciertas ventajas comparativas sobre los monocultivos (anuales como perennes) por el uso intensivo de la tierra y mayor eficiencia de trabajo (Nair y Fernández, 1985; Raintree y Warner, 1986). Por lo tanto, se espera que los SAF jueguen un papel importante en el desenvolvimiento de la agricultura tropical en los próximos años. Estos sistemas generalmente necesitan de bajo capital e insumos, y producen alimentos, maderas y otros productos económicamente importantes (Fernández y Serrao, 1992).

Ventajas de los sistemas agroforestales

Los SAF presentan ciertas ventajas (Nair, 1982, 1983; Lundgren y Raintree, 1983), entre las principales podemos mencionar:

Características de los SAF

Los SAF tienen sus propias reglas y algunas características que los definen; entre los cuales podemos mencionar:

Límites: Los límites de un SAF son natural o artificial y claramente definen lo que es endógeno (interno) y exógeno (externo) con relación al sistema.

Estructura: Es el arreglo espacial o temporal de los componentes endógenos del sistema y su arreglo entre los componentes.

Función: La función del sistema está relacionado a los insumos que entran al sistema y los productos que se obtienen a partir de ellos.

Situación: Indica la condición en que se encuentra el sistema: en desarrollo, estable o en declive.

Un SAF, sólo está correctamente definido si las tres primeras características mencionadas arriba son claramente conocidas.

CLASIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS AGROFORESTALES

Los sistemas agroforestales pueden aprovecharse a diferentes escalas, según el tamaño de los establecimientos y el nivel socioeconómico de sus propietarios. En este último aspecto, se ha encontrado que la aplicación de las prácticas agroforestales puede ser efectiva desde el nivel del pequeño propietario (como en el caso de los huertos caseros mixtos) hasta las plantaciones forestales o chacras ganaderas pertenecientes a grandes empresas.

Los sistemas agroforestales han sido clasificados de diferentes maneras: según su estructura en el espacio, su diseño a través del tiempo, la importancia relativa y la función de los diferentes componentes, los objetivos de la producción y las características sociales y económicas prevalentes. Aquí se presenta una clasificación basada en el tipo de componentes incluidos y la asociación (espacial, temporal) que existe entre los componentes. Esta clasificación es descriptiva; al nombrar cada sistema, además de los componentes, se obtiene una idea de su fisonomía y sus principales funciones y objetivos.

Los sistemas agroforestales que se describen son los siguientes:

Sistemas agroforestales secuenciales

En ellos existe una relación cronológica entre las cosechas anuales y los productos arbóreos; es decir que los cultivos anuales y las plantaciones de árboles se suceden en el tiempo. Esta categoría incluye formas de agricultura migratoria con intervención o manejo de barbechos, y los sistemas taungya, métodos de establecimiento de plantaciones forestales en los cuales los cultivos anuales se llevan a cabo simultáneamente con las plantaciones de árboles, pero solo temporalmente, hasta que el follaje de los árboles se encuentre desarrollado.

Sistemas agroforestales simultáneos

Consisten en la integración simultánea y continua de cultivos anuales o perennes, árboles maderables, frutales o de uso múltiple, y/o ganadería. Estos sistemas incluyen asociaciones de árboles con cultivos anuales o perennes, huertos caseros mixtos y sistemas agrosilvopastoriles.

Sistemas agroforestales de cercas vivas y cortinas rompevientos

Estos consisten en hileras de árboles que pueden delimitar a una propiedad o servir de protección para otros componentes u otros sistemas; se considera como sistemas complementarios de los nombrados anteriormente.

La diferencia principal entre los sistemas agroforestales secuenciales y los simultáneos reside en la distribución temporal y en las relaciones entre los componentes forestales y los cultivos.

En los sistemas agroforestales secuenciales, los componentes forestales y los cultivos se encuentran, al menos parcialmente, separados en el tiempo, de tal modo que alternan períodos de cultivos anuales con etapas de descanso y de bosque. Particularmente en los sistemas "taungya" se utiliza el período inicial del establecimiento de la plantación forestal (es decir, los primeros 1 a 3 años) para la producción de cosechas; a largo plazo da énfasis a la producción forestal.

En los sistemas simultáneos, en cambio, la producción forestal y de cultivos anuales o perennes se da simultáneamente, de manera que los componentes agrícolas y arbóreos siempre se encuentran presentes en la misma unidad de terreno.

La característica distintiva de los sistemas agrosilvopastoriles es la presencia del componente animal; esos sistemas incluyen asociaciones de árboles con pastos y el pastoreo en plantaciones forestales.

Finalmente, las cercas vivas y las cortinas rompevientos son hileras de árboles que con sus funciones complementan a los otros sistemas nombrados; por ejemplo, cercas vivas en sistemas de árboles con cultivos anuales o perennes, cortinas rompevientos en chacras con sistemas agrosilvopastoriles.

En cada una de las categorías principales existen varios sistemas, descritos a continuación, con algunas referencias sobre su estructura y funciones.

Sistemas agroforestales secuenciales

Como se explicó en la sección anterior, en este tipo de sistema agroforestal las asociaciones siguen una secuencia temporal.

. Agricultura Migratoria

La agricultura migratoria comprende sistemas de subsistencia, orientados a satisfacer las necesidades básicas de alimentos, combustible y habitación; sólo ocasionalmente llegan a constituir una fuente de ingresos a través de la venta de algunos productos.

Algunas formas de agricultura migratoria (también llamada "agricultura de corte y quema", etc.) pueden ser consideradas como los sistemas agroforestales con bases más antiguas. La característica esencial de este tipo de uso transitorio de la tierra es la rotación de parcelas, en lugar de la rotación de cultivos (fig.1).

En la fig. 2 se presentan los componentes, los límites, las entradas y salidas principales del sistema. El aspecto distintivo de muchos sistemas agroforestales secuenciales es el barbecho.

El período de barbecho permite que se restablezca el ciclaje de nutrimentos, al ser colonizada la parcela por la vegetación secundaria.

Después de cierto tiempo las propiedades del suelo vuelven a ser adecuadas para el cultivo. Como ejemplo, en la Estación Experimental de "San Ramón" de Yurimaguas se han realizado trabajos de investigación en barbechos mejorados para suplir en forma más eficiente a las purmas.

Figura 1 Sistema agroforestal secuencial agricultura migratoria

Cultivos Bosque Productos anuales secundario agrícolas

Figura 2 Diagrama sistema agricultura migratoria

. Sistemas Taungya

Mientras que en la agricultura migratoria los árboles y los cultivos se establecen siguiendo una secuencia temporal, en los sistemas "taungya" árboles y cultivos crecen de manera simultánea durante el período de establecimiento de la plantación forestal (fig.3).

Aunque la obtención de madera es normalmente la meta final, en el sistema "taungya" los ingresos a corto plazo constituyen una gran motivación para los agricultores.

Figura 3 Esquema de un sistema Taungya
El sistema agroforestal taungya se puede explicar a través de un diagrama de sistemas (fig.4).

Las interacciones que se destacan son la interferencia entre los cultivos y los árboles (competencia, efectos alelopáticos), y la provisión de sombra de los árboles para los cultivos. La competencia por agua, luz, nutrimentos y espacio depende de las especies involucradas, la densidad y el tipo de manejo.

El excesivo sombreamiento de los cultivos por los árboles determina el final del sistema agroforestal y el comienzo de la plantación forestal pura. La duración del período de cultivo está determinada por la densidad de árboles si es alta, el período de cultivo será corto, y viceversa. En este tipo de asociaciones las plantaciones forestales crecen mejor que cuando se encuentran solas, pues están más libres de malezas; se aprovechan además, las prácticas de cultivo y fertilizantes, cuando estas son utilizadas.

Figura 4 Diagrama sistema Taungya
Sistemas agroforestales simultáneos

En contraste con los sistemas agroforestales secuenciales (con interacción cronológica), en los simultáneos (con interacción directa) los componentes agrícolas y arbóreos se encuentran en el mismo terreno durante toda la duración del sistema.

¿Que ventajas puede representar el uso de estos sistemas?

Su objetivo principal es la diversificación de la producción; también se pueden lograr aumentos en la productividad a través de algunas interacciones en el componente arbóreo. En esta categoría se encuentran varios sistemas de explotación comercial citamos algunos ejemplos como: las plantaciones de cocoteros, caucho o palma en asociación con cultivos, o las plantaciones de árboles maderables con cacao.

En la fig. 5 se presenta un esquema de este tipo de sistemas. Como se ve en él, una de las relaciones importantes entre los componentes del sistema es la producción de sombra y la consecuente regulación del microclima.

El ciclaje de nutrimentos también se ve favorecido en este tipo de sistemas. En ellos son utilizados con frecuencia especies fijadoras de nitrógeno, como árboles para sombra, lo cual influye sobre las características del ciclo y la magnitud de la tasa de circulación de nutrimentos.

Productos

Suelos Animales Productos (a veces) (animales)

Figura 5: Sistema agroforestal simultáneo
¿Que efectos pueden tener estas interacciones?

Generalmente la competencia tiene un efecto negativo sobre los rendimientos de cultivos individuales.

Los sistemas agroforestales son preferidos para estos cultivos, debido a razones como las siguientes:

Los casos típicos de sistemas agroforestales simultáneos son considerados en cuatro categorías: árboles en asociación con cultivos perennes (multiestratos); árboles en franjas intercaladas con cultivos anuales (cultivo en callejones); huertos caseros mixtos; sistemas agrosilvopastoriles.

En la Estación Experimental San Ramón de Yurimaguas, de las categorías mencionadas se viene investigando y validando los sistemas de multiestratos; cultivo en callejones en suelos aluviales, suelos ácidos, suelos con pendiente y sistema agrosilvopastoril que serán ampliados en el desarrollo del curso.

. Árboles en asociación con cultivos perennes

Los casos ya nombrados de sistemas de explotación comercial de cocoteros, caucho o palma en asociación con cultivos y las plantaciones de árboles maderables con cacao pertenecen a esta categoría. Otro ejemplo es el cultivo de pijuayo, tornillo, guaba, arazá, shaina y cobertura de centrosema. Otro caso similar es el cultivo de café bajo sombra de guaba, Erythrina o Gliricidia.

En estas asociaciones se tiende a optimizar el uso de recursos y a aumentar la productividad por unidad de terreno. Como se determinó las condiciones de mercado constituyen un gran determinante para el éxito, pues obviamente debe existir un mercado para canalizar la producción.

Estos sistemas representan una alternativa cuando el uso de monocultivos no es económicamente factible debido al alto costo de productos agroquímicos; es decir cuando no se puede cubrir el costo del fertilizante necesario para el monocultivo.

En muchos casos, la elección de un sistema con árboles para sombra depende de la necesidad de diversificar la producción (es decir, abastecer de madera, leña, frutas, etc.). Entre las interacciones que representa, se menciona el microclima creado por los árboles que favorece la incidencia de roya.

. Árboles en asociación con cultivos anuales

En estas asociaciones, las interacciones de los cultivos anuales con el componente arbóreo son similares a las del caso anterior. Estos sistemas se prestan para especies anuales . Sin embargo, en esta misma categoría, para el caso particular de los sistemas de "cultivos en callejones", que será descrito más adelante, aparte de que se pueden utilizar cultivos anuales (tales como arroz, maíz, caupí, frijol, soya, maní etc.), se pueden utilizar especies perennes dentro del callejón, en asociación con especies de árboles y arbustos fijadores de nitrógeno.

Los cultivos en callejones constituyen una práctica de gran potencial dentro de este grupo; este tipo de sistema agroforestal fue desarrollado en Nigeria.

. Huertos caseros mixtos

Como la agricultura migratoria, los huertos familiares constituyen prácticas agroforestales muy antiguas. Estos sistemas se utilizan para proveer necesidades básicas de familias o comunidades pequeñas; ocasionalmente se venden algunos excesos de producción.

Los huertos caseros mixtos o huertos familiares se caracterizan por su complejidad, presentando múltiples estratos con gran variedad de árboles, cultivos y algunas veces, animales. Son sistemas de alta diversidad de especies, con producción durante todo el año, y juegan un papel primordial en suplir los alimentos básicos a nivel familiar.

El huerto puede producir alimentos y cultivos comerciales, incluidos frutos, nueces, legumbres, fibras, madera, plantas medicinales y ornamentales; cerdos, gallinas, ganado y peces en estanque. En la fig. 6 se describe un ejemplo de huerto casero mixto.

A continuación son resumidas algunas de las características más sobresalientes de los huertos caseros mixtos (Gliessman, 1981):

- Son sistemas con necesidad de pocos ingresos y capacidad constante de egresos para el consumo.
- La necesidad de mano de obra se escalona durante el año y no se concentra en épocas cortas.
- Se depende más de la mano de obra familiar.
- Son agroecosistemas con demandas económicas reducidas, apropiados para personas de escasos recursos.
- Ecológicamente, son sistemas agrícolas muy parecidos a los ecosistemas naturales, debido a la alta diversidad de especies, alta capacidad de captura de la radiación solar, mecanismos de control biológico, ciclos cerrados de nutrimentos, uso eficiente del espacio y alto grado de estabilidad.
- Económicamente, son sistemas agrícolas con gran resistencia a la fluctuación e inseguridad del mercado, debido a sus productos muy diversificados.

Figura 6 Perfil de un huerto casero mixto en el Perú
. Sistemas agrosilvopastoriles

Los sistemas agroforestales pastoriles (o agrosilvopastoriles) son asociaciones de árboles maderables o frutales con animales, con o sin la presencia de cultivos. Son practicados a diferentes niveles, desde las grandes plantaciones arbóreas comerciales con inclusión de ganado, hasta el pastoreo de animales como complemento a la agricultura de subsistencia. En la fig. 7 se muestra el diagrama de un sistema agrosilvopastoril.

Suelos Gramíneas Producto y plantas animales forrajeras

Figura 7 Diagrama de sistema agrosilvopastoril
La economía de estos sistemas se caracteriza por la obtención de ingresos, tanto a corto como a largo plazo, a través de los productos arbóreos y animales.

Las interacciones que se pueden dar entre los componentes de este sistema son:

- La presencia del componente animal cambia y puede acelerar algunos aspectos del ciclaje de nutrimentos.
- Si la carga animal es alta, la compactación de los suelos puede afectar el crecimiento de los árboles.
- Los árboles proporcionan un microclima favorable para los animales.

Cercas vivas y cortinas rompevientos

Una cerca viva es una línea de árboles o arbustos que delimitan una propiedad (fig. 8). Una cortina rompeviento consiste en líneas de árboles (de una a diez) que protegen un campo de pasto, cultivos o árboles contra el viento (fig. 9); una cortina rompeviento puede ser al mismo tiempo una cerca viva. Además de estos servicios, se produce forraje, leña madera, flores para miel, frutos, postes etc.

Figura 8 Cercas vivas

Figura 9 Cortinas rompevientos

Para el mantenimiento de estos sistemas es necesaria mano de obra permanente. Como beneficio adicional, estos sistemas proporcionan un hábitat favorable para animales silvestres y para animales útiles, como las aves que participan en el control de plagas. Sin embargo, algunas veces esos animales dañan a la plantación o al ganado.

Las ventajas de cercas vivas se pueden resumir de la manera siguiente (Budowski, 1981.):

- Rinden diversos productos de valor económico, como alimento humano, forraje, productos medicinales, leña y nuevos postes para cercas.
- Sirven como barrera para detener la erosión y tienen un efecto beneficioso para el suelo.
- Generalmente duran mucho tiempo.
- Tienen un costo relativamente bajo o ninguno.

El mismo autor señala algunas desventajas: la necesidad de un manejo cuidadoso, dificultad en eliminar la cerca si esto se hace necesario y problemas de supervivencia de los postes.

CRITERIOS PARA EL DISEÑO DE SAF

Un buen diseño de un SAF debe tomar en consideración, tres puntos importantes:

Productividad: La productividad de un SAF se refiere a los incrementos de biomasa, tanto vegetal como animal, o a la suma de ellos; por unidad de área y tiempo.

Sostenibilidad: Es la capacidad del sistema para mantener la productividad a largo plazo, sin degradar el área y sin adiciones sustanciales de insumos. Es decir se refiere a la persistencia del sistema y su productividad.

Adaptabilidad: La facilidad y complacencia con que los agricultores adopten el sistema; lo cual esta en función a:


BIBLIOGRAFÍA

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SISTEMAS AGROFORESTALES: UNA ALTERNATIVA FRENTE A LA DEFORESTACION Y CONSERVACION DEL MEDIO AMBIENTE

Pedro O. Ruiz (3)

(3) Ing. Agr. Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA)/Estación Experimental "San Ramón". Yurimaguas, Perú

LA DEFORESTACIÓN: UN ANÁLISIS SITUACIONAL

La agricultura migratoria o de tumba y quema que sigue siendo el sistema agrícola tradicional en vastas áreas de los trópicos húmedos durante siglos, es todavía la práctica agrícola dominante en cerca del 30 % de los suelos cultivables del mundo y suministra el sustento para un estimado de 250 millones entre la gente más pobre del mundo y para algunos millones más entre inmigrantes de otras regiones (Hauck, 1974).

Estimados recientes indican que cerca del 18 % del calentamiento global, el llamado efecto de invernadero, se debe al desmonte de los bosques tropicales húmedos, el que actualmente está ocurriendo a una tasa de 14 millones de hectáreas por año (EPA, 1990). La mayor parte de la deforestación está ocurriendo en la actualidad en los trópicos de América y Asia, habiéndose estimado las emisiones de carbono neto resultantes de la deforestación para 1980, en 40 y 37 %, respectivamente. África tropical figura en tercer lugar con 23 % de las emisiones.

Las tasas de deforestación casi se han duplicado durante la última década: de 7,6 millones de hectáreas por año en 1979 a 13,9 millones de hectáreas por año en 1989 (Myers, 1989). A pesar de que cada país con trópicos húmedos está sufriendo la deforestación de sus bosques primarios, 12 países responden por el 80 % del total. (ver cuadro 1).

En el Perú, la superficie asignada a la región política conocida como selva, que corresponde a su porción amazónica, según versión oficial más reciente, es de 75 686 560 ha (INE, 1982). Actualmente, se cree que el área deforestada debe ser de 7 499 000 ha (Dourojeanni, 1990) y se especula que para el año 2000 habrían más de 11 000 000 ha deforestadas a un ritmo de 340 000 ha/año. Un estudio de Dancé (1980), revela que el 70,9 % de las tierras deforestadas corresponden a bosques de protección de clases I y II y que el 81,8% de la deforestación se ubica en terrenos que no reúnen las condiciones para la actividad agropecuaria. En los departamentos de Junín y Pasco, el 78,9 % de la deforestación se ha hecho en bosques de protección y colinas de clase III (UNA/CEPID, 1979).

Estos hechos agravan la significación de la deforestación, pues por lo visto ésta se hace principalmente en las tierras ecológicamente más frágiles y con riesgos máximos para las poblaciones humanas de los valles.

A nivel global, se prevee que las tasas de deforestación, aumenten en las siguientes décadas y que la contribución total al calentamiento del planeta iguale o exceda a la de la combustión de combustibles fósiles para la segunda o tercera década del siglo XXI. Si esta tendencia continúa, la mayor parte de lo que queda de los bosques tropicales desaparecerá para fines del siglo.

La deforestación está también diezmando el repositorio más grande del mundo de la diversidad genética vegetal y animal (Myers, 1989). Descubrimientos recientes de plantas de los bosques húmedos tropicales como fuentes nuevas para alimentación o como ingredientes para quimioterapia para ciertos tipos de cáncer, subrayan la necesidad de preservar la biodiversidad de estos bosques. Por consiguiente, encontrar maneras prácticas para preservar los bosques tropicales húmedos es uno de los principales asuntos en cuanto al medio ambiente, en nuestros tiempos.

Por otro lado, la deforestación en los trópicos es un asunto mayor concerniente a la igualdad entre las personas debido a que la tumba y quema es practicada en forma diseminada por las poblaciones rurales más pobres de los trópicos (figura 1). El proceso de la deforestación es manejado por un complejo grupo de fuerzas demográficas, biológicas, sociales y económicas (Sánchez et al. 1990). El crecimiento de la población en países en desarrollo continúa en un tasa alta mientras que la mayor parte de las tierras fértiles y accesibles están siendo usadas en forma intensiva.

Las políticas de gobierno, a menudo exacerban la escasez de tierras permitiendo grandes desigualdades en la tenencia de la tierra. Estos factores resultan en una creciente población rural sin tierras la que esencialmente tiene tres opciones: estancarse en el lugar, emigrar a las ciudades o emigrar a los bosques húmedos tropicales, los que constituyen la frontera de muchos países en desarrollo. A pesar de que las migraciones urbanas son espontáneas, las políticas nacionales en algunos países incluyen la ocupación de sus bosques húmedos tropicales a través de programas de colonización, como en Brasil, Perú e Indonesia.

Ambientes rurales densamente poblados, tales como los valles andinos, sufren de una constante disminución del tamaño de sus chacras y una sobreutilización de las áreas en laderas. Esto resulta en una extendida erosión del suelo, reservorios de agua obstruidos por aluviones y otros efectos adversos para los centros urbanos. La migración a las ciudades en busca de una mejor vida resulta en amargas desilusiones y conjuntamente con una limitada infraestructura urbana, produce ciudades inmanejables con poblaciones que exceden por mucho, su capacidad de carga e infraestructura.

La gente que emigra a los trópicos húmedos, rara vez encuentra el cuerno de la abundancia. El equilibrio entre la agricultura migratoria tradicional, con sus períodos de barbecho largos, es roto por los emigrantes y en algunos países, también por especuladores de tierras. El resultado es una agricultura migratoria en desequilibrio, la que rápidamente se convierte en varias formas de agricultura insostenible. Las sociedades tradicionales son deshechas, los fracasos económicos abundan y la migración a los centros urbanos aumenta.

Esto resulta en desempleo urbano y en mayor deforestación. La consecuencia del primero es una despreciable pobreza urbana, la que conduce al crimen diseminado, una salud pobre y en muchos casos, a la sublevación social. Asimismo, la deforestación agota el capital limitado de nutrientes del ecosistema, diezma la diversidad genética vegetal y animal y acelera el calentamiento del planeta.

La degradación ambiental originada de la deforestación a menudo afecta a los sistemas de producción y subsistencia en áreas rurales. La erosión, inundaciones, agotamiento del agua subterránea y obstrucción de reservorios de agua por aluviones afectan la productividad agrícola, disminuyendo la disponibilidad de alimentos, ingresos y empleo. Los bosques también sirven como un "banco de alimentos" para las comunidades pobres y a menudo constituyen la mayor fuente de energía para las cocinas domésticas.

¿Pueden estas tendencias ser aliviadas y eventualmente revertidas? La respuesta , basada en investigación a largo plazo, es un enfático sí. La clave es un conjunto integrado consistente en 1) desarrollo y aplicación de tecnologías sostenibles de manejo de suelos tropicales y 2) políticas de gobierno apropiadas las que proveerán incentivos para desalentar la necesidad de seguir deforestando.

La gente no corta los bosques porque le gusta hacerlo; ellos lo hacen por la cabal necesidad de cultivar más alimentos. La deforestación, por consiguiente, puede ser reducida mediante la adopción diseminada de prácticas sostenibles de manejo que permitan el uso indefinido del terreno desmontado.

La investigación ha demostrado que por cada hectárea puesta bajo estas tecnologías de manejo, de cinco a diez hectáreas de bosque por año pueden ser salvadas de las hachas de los agricultores migratorios debido a su alta productividad. Los siguientes estimados se obtuvieron en Yurimaguas, Perú, para diferentes opciones de manejo (Sánchez et al., 1990). Estos estimados variarán de acuerdo al clima y al suelo.

Tales tecnologías son particularmente aplicables en barbechos de bosque secundario, donde el desmonte no contribuye significativamente al calentamiento global debido a la mucho menor biomasa de los árboles. El uso de barbechos de bosque secundario es de muy alta prioridad debido a que en muchas áreas constituyen una alternativa viable al desmonte de bosques primarios. Muchas de las pasturas o tierras de cultivo degradadas o improductivas resultantes de prácticas pobres de manejo pueden ser recuperadas usando algunas, pero no todas, de estas tecnologías disponibles.

ALTERNATIVA DEL SISTEMA AGROFORESTAL

Para los trópicos húmedos, los sistemas agroforestales constituyen la opción de manejo preferida debido a que suministra muchas ventajas ecológicas y económicas comparados con otras opciones de manejo. Entre estas, tenemos: 1) Proveer de sombra temporal o permanente a cultivos que fisiológicamente lo requieran; 2) Imitar, en lo posible, la arquitectura forestal del bosque primario, para reproducir también los ciclos de los nutrientes; 3) Enriquecer el suelo con el aporte de nutrientes captados por los árboles en base a relaciones micorrícicas; 4) Explorar mejor los nutrientes disponibles en el suelo y en el subsuelo; 5) Control de la erosión hídrica en laderas y mantenimiento de un microclima apropiado; 6) Diversificar la producción para obtener una mayor productividad global, para producir todo lo que requiere el agricultor o para remediar coyunturas desfavorables del mercado; 7) Reducir la incidencia de plagas y enfermedades mediante la diversificación del ecosistema, etc. (Dourojeanni, 1990).

Es importante mencionar, que aquellos sistemas frecuentemente citados como ejemplos de agroforestería exitosa se encuentran en áreas dominadas por suelos naturalmente fértiles, ricos en bases tales como Alfisoles, Andosoles y los suelos aluviales de la Amazonia. Estos sistemas incluyen las huertas familiares en Asia, África y Latino América (Michon et al., 1986; Rao, 1989; Fernández et al., 1984; Dourojeanni, 1990), sistemas de producción de café y cacao en América Central (Russo y Budowski, 1986) y cultivos en callejones en África (Kang et al., 1990).

En la cuenca Amazónica del Perú, sin embargo, predominan los ultisoles (Benites, 1981), los cuales son muy ácidos. En las áreas planas más antiguas, los horizontes A son arenosos, formando los Paleudult Típicos. Los Tropaqualfs se encuentran en áreas depresionadas en las lomas y colinas bajas. La terraza baja y los planos inundables a lo largo del río presentan Entisoles e Inceptisoles. Una característica común de los suelos planos de la amazonia peruana es su baja fertilidad natural.

Las razones por las que la agroforestería podría contribuir en el uso de la tierra en forma sostenible radica en la hipótesis de que los árboles generalmente mejoran los suelos. Esta idea se origina del hecho de que los barbechos de bosque han sido usados para restituir la fertilidad del suelo tal como se demuestra en la agricultura migratoria tradicional (Greenland y Nye, 1959; Nye y Greenland, 1960). Los sistemas agroforestales en donde árboles y cultivos ocupan una unidad de terreno simultáneamente, sin embargo, difieren de los sistemas tradicionales de barbecho de bosque en dos importantes aspectos: la salida de nutrientes del sistema a través de las cosechas y la competencia entre árboles y cultivos.

A excepción del nitrógeno, fijado por especies leguminosas, el potencial de los sistemas agroforestales para incrementar la reserva de nutrientes en suelos ácidos e infértiles parece limitado (Fernandes, 1990). En estos suelos (Ultisoles, Dystropepts, Psamments y Espodosoles) el potencial de los sistemas agroforestales y particularmente del componente árbol, para aumentar los insumos de nutrientes o para reducir las pérdidas, está limitado por problemas químicos para la expansión de las raíces. La saturación alta de aluminio en el subsuelo, los bajos niveles de calcio y fósforo y la falta de minerales intemperizables puede limitar severamente la productividad de las plantas, comparado con lugares más fértiles (Sánchez, 1987; Szott et al., 1990).

La acumulada evidencia experimental para suelos ácidos demuestra que las limitaciones químicas para el crecimiento de las raíces en el subsuelo, resulta en una mayor competencia radicular entre los componentes árbol y cultivo por los bajos niveles de nutrientes en la capa superficial del suelo (Szott et al., 1991). Por otro lado, los árboles pueden mejorar los suelos ácidos contribuyendo con la disponibilidad de nutrientes durante la descomposición de la hojarasca y de la raíces, fijación de nitrógeno y una creciente captura de insumos atmosféricos.

Dados los bajos niveles de fósforo disponible en la mayoría de suelos ácidos, la mejoría en el estado de la disponibilidad de este nutriente y su absorción por las plantas será de importancia desde que la nodulación y la fijación de nitrógeno por especies leguminosas requieren fósforo. La adición de cantidades pequeñas de fertilizantes fosfatados a los árboles podría aliviar la competencia por fósforo (Ruiz, 1991). El mejoramiento en la absorción y la utilización eficiente de este nutriente por hongos que forman micorrizas vesículo-arbusculares (MVA) será también importante (Mosse, 1977; Saif, 1987).

Serán necesarias apropiadas tecnologías agroforestales para la producción de alimentos, madera y otros en suelos ácidos e infértiles permitiendo conservar los recursos existentes del suelo y maximizar el reciclaje de nutrientes.

En líneas generales, el potencial de los sistemas agroforestales para reducir la deforestación es grande, pero aún falta más investigación al respecto. El apoyo a la investigación en el desarrollo de opciones estables de manejo debe ser en forma contínua, enfatizándose en la sostenibilidad a largo plazo. Asimismo, este apoyo será importante también para determinar en que forma las tecnologías exitosas de manejo afectan la preservación del bosque y del suelo, la conservación de la diversidad genética y el balance hidrológico.

Finalmente, estas tecnologías no serían utilizables sin políticas de gobierno que las alienten, apoyen y regulen. Del mismo modo, políticas bien concebidas fracasarán sin tecnologías sostenibles. Por lo tanto, la esperanza radica en un acercamiento político-tecnológico en conjunto.


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