El área de estudio se ubica en la Selva Baja, en la jurisdicción de la Región Loreto,  comprende parte de las provincias de Maynas y Loreto, con una superficie total estimada en 376,856 hectáreas, donde habitan cerca de 400,000 habitantes. Se halla recorrida por una red hidrográfica formada básicamente por la cuenca del río Itaya y por sectores de los ríos Nanay, Amazonas y Marañón. El relieve, en general, es plano, constituido por terrazas, en el sector cercano a la ciudad de Iquitos, mientras que en sectores adyacentes a la ciudad de Nauta predomina el relieve ondulado. Los suelos de tierra firme, predominantemente son ácidos y de baja fertilidad natural, mientras que los suelos de zonas aluviales inundables son relativamente más fértiles.

Desde fines del siglo pasado esta parte de la Amazonía ha soportado una alta presión demográfica, debido a que la ciudad de Iquitos ha sido el centro de operaciones de diversas actividades económicas de índole extractiva que han florecido a lo largo del tiempo en esta zona. Entre ellos se pueden citar a los “booms” del caucho, de la madera, pieles y del petróleo, entre otros.

Sin embargo, éstas actividades no han generado una base productiva de desarrollo sostenible que sirva de sustento económico a la población de la región. En esta zona existen áreas con extrema pobreza y con problemas ambientales, como la contaminación de los cuerpos de agua por actividades urbanas, pérdida de suelos y de biodiversidad por el mal uso de la tierra y de los recursos naturales, etc.

El panorama biofísico

En esta zona se  reporta una gran variabilidad ambiental que es resultado de diversos procesos naturales que han sucedido durante la historia de formación de esta parte de la Amazonía.

Los eventos geológicos (influenciados fuertemente por el levantamiento de los Andes,  por los diversos ambientes en los cuales se han depositado los sedimentos tanto por influencia marina, como lacustrina y fluviatiles, y la tectónica regional), han generado diversas características litológicas y diversas formas de relieve, las cuales han sido modeladas por procesos geomorfológicos (erosión y sedimentación, principalmente) e hidrológicos (dinámica fluvial). También, las condiciones climáticas (elevadas temperaturas y fuertes precipitaciones) por su posición  geográfica  (faja tropical), los procesos pedológicos de formación de suelos (como resultado de la interacción de los otros procesos biofísicos) y los procesos biogeográficos y evolutivos, han contribuido con la actual configuración del ambiente biofísico de la zona de Iquitos-Nauta.

Como producto de estos procesos naturales, en términos generales, el paisaje de la zona se caracteriza predominantemente por su relieve relativamente plano cerca de Iquitos y ondulada cerca de Nauta, donde se registra una diversidad de ambientes diferenciables por las características de los suelos y por su composición florística, la cual responde a las diferentes formaciones geológicas que afloran en esta zona y a las condiciones de drenaje. Pequeñas zonas, principalmente ubicadas en los extremos del área en estudio adyacentes a los ríos, corresponden a paisajes de llanura aluvial inundable.

Las características geológicas y geomorfológicas (Mapa 2)

Las características litológicas y morfoestructurales, son el resultado de los diversos procesos geológicos que han sucedido en este territorio, desde inicio del periodo Neógeno. La sedimentación de estas unidades se inicia hace 18 a 12 millones de años, con una secuencia de ambiente transicional, es decir, con una secuencia discontinua de aportes de sedimentos marinos que se alternaban con sedimentos de origen continental. Estos procesos dieron origen a la Formación Pebas, que constituye la secuencia geológica más antigua. Como producto del ingreso marino, la región de Iquitos formaba parte de un gran lago denominado “Lago Pebas”, de aguas someras y que cubría grandes áreas de la Amazonía occidental.

A fines del Mioceno y comienzos del Plioceno, aproximadamente hace 12 millones de años, el aporte marino quedó truncado debido al levantamiento de los Andes orientales produciéndose sedimentación de origen continental a gran escala, dando lugar a la Formación Ipururo, que se caracteriza por constituir capas rojas limoarenosas y que, actualmente, configuran geoformas de lomadas y colinas en algunos sectores adyacentes a la carretera Iquitos-Nauta.

En el Plioceno terminal (hace 3 millones de años) prosigue el proceso de sedimentación continental dando origen a la Formación Nauta, caracterizada por constituir niveles lodolíticos y arcillo-arenosos y tonalidades rojizas. Posteriormente, la acción de los procesos Geodinámicos han sometido al área a un intenso desgaste de su relieve original, como la ocasionada por los sistemas fluviales y precipitaciones pluviales muy intensas. La acción modeladora de estos procesos han dado origen a la formación de las colinas bajas, geoformas que se observan actualmente en la región, cuyos sedimentos han sido labrados y retrabajados desde la época Plio-pleistocénica.

En el Pleistoceno (hace 2 millones de años), durante el levantamiento de los Andes, se produce el plegamiento (inclinación) de las capas sedimentarias del área de estudio, aflorando las capas más antiguas, cuya exposición se observa en ambas márgenes del río Amazonas y en ciertos sectores adyacentes a la ciudad de Iquitos, presentando geoformas de terrazas medias y altas. Posteriormente, en el Pleistoceno medio se produce la sedimentación de una secuencia de arenitas cuarzosas de tonalidad blanquecina, denominada Formación Iquitos, cuyos afloramientos se encuentran dispersos en la zona norte del área de estudio, cerca de la ciudad de Iquitos.

Finalmente, la sedimentación continua con los procesos de formación de secuencias sedimentarias semiconsolidadas e inconsolidadas de origen fluvio-aluvial, que conforman las unidades subrecientes, a partir del Pleistoceno terminal (hace 1 millón de años) y recientes, a partir del Holoceno (desde hace 10,000 años). Estas secuencias han dado lugar a geoformas de terrazas medias y terrazas bajas en ambas márgenes de los ríos Nanay, Itaya y Amazonas que circundan la ciudad de Iquitos. 

Por otro lado los procesos endógenos(eventos tectónicos) también han jugado un papel importante en el modelamiento del terreno. Las grandes deformaciones y fallamientos de tipo regional controlaron los procesos dinámicos de los agentes modeladores  produciendo efectos cambiantes en el relieve.

En la actualidad, la actividad antropogénica se ha extendido en forma intensa en el área de estudio a través de actividades que, mayormente, degradan los suelos y que afectan el medioambiente, trayendo consigo la variación de las geoformas que existen en forma natural.

En términos generales, la llanura amazónica de la región de Loreto está representada por dos grandes geoformas: Sistema de Terrazas y sistemas de Colinas. 

Desde el punto de vista morfoestructural la primera presenta relieves suaves o planas y la segunda constituye relieves ondulados; ambas se encuentran conformados principalmente por sedimentos terciarios y cuaternarios. Los sedimentos terciarios se han ido acumulando, consolidando, erosionando e intemperizando debido a los procesos geodinámicos, mientras que los sedimentos cuaternarios se encuentran acumulados, siguiendo las geoformas de las unidades litológicas más antiguas.

Mapa 2 . Geológico

    
Estas geoformas son controladas por sistemas geoestructurales (sistemas de fallas y plegamientos regionales) y por los procesos morfodinámicos (inundaciones, hidromorfismo, erosión lateral de los ríos, colmatación de arena y socavamientos), que a su vez, condicionan los procesos socioeconómico en la región.

La fisiografía, características de los suelos y capacidad de uso mayor (Mapas 3, 4 y 5)

Desde el punto de vista fisiográfico, el área de estudio presenta dos grandes paisajes: a) Gran Paisaje Aluvial, constituido por la acumulación de materiales aluviónicos recientes y antiguos, de relieve dominantemente plano, donde las tierras de nivel más bajo con respecto a los cauces fluviales están sujetas generalmente a inundación moderada a severa y b) Gran Paisaje Colinoso, de mayor representatividad en el área que está constituido mayormente por sedimentos arcillosos del Terciario continental, de topografía accidentada y que presentan un potencial significativo.

El Gran Paisaje Aluvial, cubre una superficie de 74,183 ha, correspondiente a 19.68 % del área total evaluada. Está formado por las llanuras fluviales recientes de los ríos Amazonas, Nanay e Itaya y depositaciones fluviales antiguas de edades pleistocénicas. Se caracteriza por su topografía plana, con pendientes dominantes de 0 – 10 %.

Paisaje de Llanura Fluvial de los Ríos Amazonas, Nanay e Itaya, caracterizado principalmente por su topografía casi plana, conformado por los flujos temporales de los sedimentos aluvionicos, acarreados y depositados en épocas de crecientes. Los materiales que conforman este paisaje son sedimentos aluviales medios a finos, esencialmente limo, arena fina y arcilla en el río Amazonas y arcilla en el río Nanay e Itaya. Ocupa una superficie de 29,007 ha que representa el 7.69 % de la zona de estudio. Dentro de este Subpaisaje existen las siguientes unidades fisiográficas: Islas, meandros abandonados, complejo de orillares y terrazas bajas de diferente drenaje; esta unidades representan a las áreas inundables.

En la zona del río Amazonas se presenta una asociación de suelos conformada por el Udifluvents Typic con drenaje bueno a moderado, de fertilidad media, pH neutro y buena disponibilidad de bases, favorables para el desarrollo de cultivos. El otro subgrupo lo forma el Epiaquents Typic de drenaje imperfecto a pobre, de textura moderadamente fina sobre fina, masivo con pH de muy fuertemente ácido a ligeramente ácido. Limitados por el mal drenaje.

Su capacidad de uso es para cultivo en limpio en las áreas de drenaje bueno a moderado y de protección en las áreas que presenta drenaje pobre a muy pobre.

Los suelos desarrollados en las terrazas bajas del río Nanay e Itaya son más superficiales, de textura franco arcillosa a arcillosa, de estructura débil a masiva, de consistencia friable, presenta algunas zonas con alto contenido de materia orgánica en la capa superficial, con fuerte restricción en la eliminación de agua, lo que da lugar a un hidromorfismo permanente con formaciones de “aguajales”. Está conformado por los subgrupos Dystrudeps Aquic y Epiaqueps Typic. Su aptitud potencial es de protección debido al drenaje pobre a muy pobre que presenta estas áreas.

Paisaje de Llanura Aluvial Antigua, formado por depósitos fluviales antiguos de edades pleistocénicas, de relieve ligeramente ondulado con pendientes que varían de 4 a 15 %, constituido por arena cuarzosa y arcilla friable. Cubre una superficie de 45,176 ha, que representa el 11.99 % del área total evaluada. Dentro de este Subpaisaje existen las unidades fisiográficas denomindas Terrazas medias y altas. Representan a las áreas no inundables o de tierra firme. 

Los suelos desarrollados son de naturaleza cuarzosa de color blanco, arenosos, de bien drenados a pobremente drenados, algunos por la presencia de una capa endurecida cerca de la superficie, moderadamente profundos a superficiales de color pardo oscuro.

Estos paisajes están constituidos por suelos Quarzipsamments Typic y los Epiaquods Typic. Su capacidad potencial está destinada para protección.

Los suelos desarrollados de naturaleza arcillosa varían de pardo amarillento a amarillo rojizo, de textura media a moderadamente fina, muy ácidas y de baja fertilidad, la capa superficial orgánica es delgada y poco descompuesta. La capacidad de uso es para cultivos permanentes y pastos.

El Gran Paisaje Colinoso, este escenario fisiográfico se define por elevaciones de terreno, que presentan alturas no mayores de 50 metros. Los procesos que han actuado en este paisaje están ligados al tectonismo y a la erosión hídrica que en épocas pasadas ha actuado intensamente. Ocupa una superficie de 298,594 ha que representa el 79.24 % del área total de estudio. En este paisaje se han diferenciado los subpaisajes: Colinas bajas, Lomadas y Vallecitos intercolinosos. También representan a las áreas no inundables o de tierra firme.

Los suelos desarrollados en este paisaje, son profundos, bien drenados, de textura media a moderadamente fina, de extremada a fuertemente ácidos, bajos contenidos de materia orgánica y potasio, y alto contenido de aluminio. Debido a la pendiente que presenta esta unidad está destinada para desarrollo forestal y de protección.

Las características biológicas

La vegetación (Mapa 6) de sistemas inundables se circunscribe a las áreas adyacentes de los ríos Nanay,  Itaya y sus respectivos afluentes, con suelos muy superficiales, de textura arcillosa y de drenaje pobre a muy pobre, representada por tres tipos de formaciones vegetales (aguajales, bosques de terrazas bajas inundables y bosques de valles o galerías). En estas áreas se desarrolla una vegetación especial de soporte a las inundaciones con una regular diversidad de especies de árboles y lianas, cuya variabilidad estructural y composición florística están relacionadas al grado de permanencia del agua durante las inundaciones. Esta característica define la predominancia de una especie respecto a la variabilidad específica de la formación vegetal, tal es el caso de los “aguajales” donde predomina la especie de palmera “aguaje” Mauritia flexuosa. Estos “aguajales” están sujetos a inundación de moderada a severa, presentan fuerte restricción en la eliminación de agua que da origen a un hidromorfismo permanente, con alto contenido de materia orgánica en la capa superficial del suelo. 

Foto 1 . Vista de la Formación Iquitos Foto 2 . Terrazas medias de ligera a moderadamente disectadas
Foto 3 . Sistema de Colinas cerca de  la ciudad de Nauta. Foto 4 . Sistema de Colinas de San Joaquín de Omaguas.
Foto 6 . Suelos con Aptitud para Pastos y Cultivos Permanentes.
 
 
 
 
 
 
Foto 5 . Suelo de la serie Nauta, de baja fertilidad natural

 

   
Mapa 3 . Fisiográfico Mapa 4 . Suelos
   

En los bosques de terrazas bajas y de valles o galerías, donde las inundaciones son periódicas, existe una relativa heterogeneidad de especies vegetales respecto a los “aguajales” y relativa homogeneidad respecto a los bosques de tierra firme. Estas características son debidas a la selección natural de especies en base a la soportabilidad de las inundaciones y corrientes de agua. En estas dos formaciones vegetales, predominan las especies de latifoliadas respecto a las palmeras, donde los árboles del estrato superior son de fustes de mediana altura, con aletas y copas amplias; algunos árboles pueden llegar a medir hasta 30 m de altura con 80 cm de diámetro a la altura del pecho (DAP). 

Mapa 5 . Capacidad de
uso mayor
 

La diferencia entre estas dos unidades boscosas radica en la densidad o número árboles por hectárea, donde los bosques de terrazas bajas tienen supremacía y, como consecuencia, el volumen de madera por unidad de área, también es superior. Estas unidades vegetales, generalmente, están consideradas como bosques de protección.

Las áreas no inundables o de tierra firme soportan una formación vegetal característica denominada bosques de varillales, los cuales se distribuyen en superficies de reducida extensión en la zona norte del área de estudio, margen derecha del río Nanay, relativamente cerca de la ciudad de Iquitos. Estos varillales tienen una gran importancia bioecológica debido a que son ecosistemas muy particulares por estar asentados sobre substratos de arena blanca y contener gran diversidad específica y endemismos. La estructura vegetal está compuesta por árboles muy delgados (varillas) y relativamente bajos, con poco follaje y sotobosque ralo, con especies endémicas, entre las que destacan “Romerillo de varillal” (Podocarpus celatus), “Pashaco de varillal” (Dimophandra loretensis), “Boa caspi” (Dicymbe sp), “Punga de varillal” (Pachira brevipes) y, una especie de “aguaje” (Mauritia carana). De acuerdo al inventario forestal, las especies “Aceite caspi negro” (Caraipa utile) y “Aceite caspi blanco” (C. tereticaulis) sobresalen por su abundancia, volumen y dominancia.

Además de los bosques de varillales ubicados sobre suelos de arena blanca, existen otros seis tipos de formaciones vegetales sobre las áreas no inundables que se desarrollan sobre suelos arcillosos. Estas formaciones vegetales son: Bosques de terrazas medias y altas, que están localizados adyacentes a la carretera y entre los interfluvios de las quebradas del río Nanay, cercanas a la ciudad de Iquitos y, bosques de lomadas y de colinas bajas ligera, moderada y fuertemente disectadas, que están localizados adyacentes a la carretera y entre los interfluvios de las quebradas y ríos principales, concentrados en su mayor extensión en la zona oeste del área de estudio, hacia las cabeceras del río Itaya (Mapa 6). En estos bosques predominan las especies arbóreas latifoliadas sobre las especies de palmeras. Las especies latifoliadas presentan buen porte arbóreo, de fustes rectos, gruesos, algunos con aletas y copas amplias (en las terrazas) y medianas (en las lomadas y colinas). Algunos árboles tiene más de 40 m de altura y ≥ 1 m de DAP. Las especies arbóreas más representativas por su volumen son: “tornillo” Cedrelinga catenaeformis, “pashaco” Parkia nítida, “mari mari” Hymenolobium excelsum, “machimango negro” Eschweilera grandifolia y “quinilla blanca” Elaeoluma glabrescens. El sotobosque es ralo, con especies de uso rural como el caso del “irapay” Lepiidocaryum tessmanii, que es usado para el techado de las casas.

De acuerdo a la oferta volumétrica de madera a partir de árboles ≥ 25 cm de DAP, obtenidos en el inventario forestal, los bosque de terrazas medias se encuentran en la categoría Bueno (90 – 120 m3/ha), los bosques de terrazas altas y de lomadas en la categoría Muy Bueno (120 a 150 m3/ha) y los bosques de colinas bajas ligera, moderada y fuertemente disectadas, en la categoría Excelente (> de 150 m3/ha).

En conclusión, el resultado del inventario forestal para todo el área de estudio (referente a la población) reporta la presencia de 299 especies forestales con 10 cm de DAP, agrupadas en 186 géneros y 50 familias. De estas especies de plantas, 15 son palmeras, agrupadas en 11 géneros y 1 familia, y 284 son especies arbóreas de latifoliadas con 175 géneros y 49 familias. De acuerdo a la oferta volumétrica de madera a partir de árboles 25 cm de DAP que es de 144 m3/ha proveniente de 112 árboles/ha, los bosques del área de estudio se encuentran en la categoría Muy bueno (120 a 150 m3/ha).

Según la Resolución Ministerial N° 0107-2000-AG sobre “Nuevas categorías de especies maderables provenientes de bosques del Estado”, en el área de estudio destacan algunas especies de valor comercial intermedio como son: “tornillo” Cedrelinga catenaeformis, “cumala llorona” Osteopholeum platyspermum, “cepanchina” Sloanea floribunda, “cumala colorada” Iryanthera tessmannii, “moena” Ocotea sp, “añuje moena” Anaueria brasiliensis, “moena amarilla” Ocotea olivacea, “lupuna” Ceiba pentandra, “cumala negra” Virola caducifolea, “alcanfor moena” Nectandra viburnoides, “moena negra” Aniba sp, “lagarto caspi” Calophyllum brasiliensis, “azúcar huayo” Hymenaea reticulata entre otras, sobresaliendo la presencia de las calificadas como otras especies con un poco más del 70 % del total de volumen de las especies presentes. En el inventario forestal del área de estudio no se reportan grandes volúmenes de especies de alto valor comercial como el Cedro y la Caoba.

En la zona se presentan especies arbóreas y arbustivas con potencial de uso diferente a la madera, como para medicina, artesanía, construcción de viviendas rurales, ornamentación y alimento, entre otros usos. Se pueden utilizar, también, sus hojas, flores, frutos, raíces, cortezas, resinas, sogas, lianas, hongos, musgos, líquenes, etc, destacando especies como el “irapay” Lepiidocaryum tessmanii, “yarina”Phytelephas macrocarpa, “pona” Socratea sp, “ungurahui” Oenocarpus bataua, “aguaje” Mauritia flexuosa, “chambira” Astrocaryum chambira, “ñejilla” Bactris sp, “huicungo” Astrocaryum huicungo, “ojé” Ficus sp, “renaco” Ficus sp, “pashaco” Parkia nitida, “parinari” Licania sp, “shiringa” Hevea brasiliensis, “machimango” Eschweilera grandifolia, “uvilla” Pourouma sp, “icoja” Unonopsis stipitata, “azúcar huayo” Hymenaea reticulata, “tahuari” Tabebuia incana, “tamishi” Heteropsis sp, “abuta” Abuta rufescens, “uña de gato” Uncaria guianensis, etc.

El manejo de estos recursos en forma integral hace posible que la zona tenga una buena expectativa de aprovechamiento de los recursos forestales en forma sostenible, de tal manera que se pueda desarrollar industrias de transformación forestal en el ámbito de la carretera Iquitos – Nauta. En esta categoría se encuentran, especialmente, los bosques de Colinas bajas de ligera y moderada disección, que se ubican generalmente entre el río Itaya y la localidad de Nauta.

La zona boscosa, mencionada en los párrafos anteriores, representa aproximadamente el 80 % del área de estudio y se ubica en las partes central y oeste. Cerca del 20 % del área total del estudio se encuentra como bosque intervenido y se ubica a lo largo de la carretera Iquitos – Nauta y margen izquierda de los ríos Itaya, Marañón y Amazonas. De este bosque intervenido, el mayor porcentaje se encuentra en calidad de abandono, como purma, arbustos y relictos de bosques, y el  restante, como centros poblados y áreas de producción agrícola – pecuaria. 

Mapa 6 . Vegetación

 
 

En las purmas se encuentran especies vegetales, como “topa” Ochroma sp, “pichirina” Visnia sp, “shimbillo” Inga sp, “bellaco caspi”  Himatanthus sp, “carahuasca” Guatteria sp, entre otras, que son usadas por los pobladores rurales en viviendas, medicina, artesanía, etc.

El área de estudio pertenece a la “Ecorregión Napo” que es conocida por sus altos índices de biodiversidad. Cerca de Iquitos existe una de las áreas de mayor diversidad de especies de árboles mayores de 10 cm de DAP, con 858 árboles distribuidos en 275 especies por hectárea. (Gentry 1988).
 

Foto 7 . Inventario forestal. Foto 8 . Vista panorámica del bosque de latifoliados.
Foto 9 . Bosque intervenido adyacente a la carretera Iquitos Nauta. Foto 10 . “Irapay” Lepidocarium sp
Foto 11 . “Bufurqui puntachimi” Satanoperca jurupari y “Sábalo cola roja” Brycon erypthropterum Foto 12 . Polioptila sp nov. especie nueva de “varillal”.

En relación a la fauna, la zona que ha sido mayormente evaluada es la Zona Reservada Allpahuayo – Mishana donde las primeras evaluaciones reportan la presencia de una alta diversidad de fauna silvestre e ictiológica.

En esta Zona Reservada se reporta la presencia de 96 especies de mamíferos silvestres, donde se incluyen 13 marsupiales, 9 edentados, 26 murciélagos, 12 primates, 7 carnívoros, 2 delfines, 5 ungulados y 22 roedores. Cinco especies de marsupiales son consideradas raras en la región, entre ellas Gracilinanus sp que es el primer y único registro del género en la región. Entre los primates, Callimico goeldii es extremadamente rara en el Nor Oriente peruano y Pithecia aequatorialis es endémica cuya distribución se registra entre los ríos Tigre y Napo y no se ha registrado en ninguna otra área natural protegida.

Entre las aves existen 476 especies pertenecientes a 50 familias y 7 subfamilias. Existen 21 especies de aves que están restringidas a bosques de arena blanca, de las cuales 15 son especialistas estrictas de bosques de arena blanca. En esta unidad de conservación se ha encontrado especies nuevas para la ciencia, tales como, Herpsilochmus gentryi nov., y otras aún no descritas como: Zimmerius sp nov. y Poliontila sp nov.

En Allpahuayo Mishana también se reporta la presencia de 73 especies de anfibios y 113 especies de reptiles, incluyendo 71 anuros, 02 salamandras, 01 anfisbénido, 33 lagartijas, 70 ofidios, 03 caimanes y 06 quelonios. Entre estas especies existen varias de gran interés para la conservación, por tratarse de especies muy raras, de especies registradas por primera vez para el Perú o la Región y de especies nuevas para la ciencia. Entre estas últimas se citan a los anuros Adelophryne sp, Eleutherodactylus spp, a la salamandra Bolitoglossa sp y el ofidio cf. Liophis sp. 

Entre las especies hidrobiológicas se citan la presencia de 127 especies de peces agrupados en 89 géneros y 23 familias, de estos existe 1 especie nueva para el Perú, Moenkhausia agneseae. Las especies más dominantes son las de corte pequeño como las “mojaritas” y otras que son usadas como peces ornamentales. Otras especies hidrobiológicas como camarones, cangrejos y moluscos, también se encuentran presentes.

En toda el área de estudio se han identificado, hasta el momento, 77 especies de anfibios y 135 de reptiles. Asimismo, la única población conocida para el Perú de la especie “guacamayo charapa” Peltocephalus dumerilianus se localiza en la parte media de la cuenca del río Itaya.

La situación de la fauna en las áreas estudiadas es bastante preocupante, las especies más sensibles a la caza y a la destrucción del hábitat (como “maquizapa” Ateles belzebuth, “mono choro” Lagothrix lagotricha, “vaca marina” Trichechus inunguis, entre otros) han sido virtualmente exterminadas en áreas cercanas a las ciudades de Iquitos y Nauta, mientras que las especies menos sensibles (como “coto mono” Alouatta seniculus, “machín negro” Cebus apella, “vaca marina” Tapirus terrestris, entre otros) se encuentran también en una situación crítica en la mayor parte del área, desconociéndose su estado en áreas alejadas de las ciudades antes mencionadas, especialmente en la cabecera del río Itaya. Actualmente se prohíbe la caza, extracción, transporte y/o exportación con fines comerciales de fauna silvestre de ambientes naturales mediante el D.S. 013-99-AG.

Por otro lado, las especies hidrobiológicas también se ven amenazadas por las distintas actividades económicas, muchas de ellas ilegales, que se practican en la zona de estudio, tales como, pesca masiva e indiscriminada de peces ornamentales, uso de métodos ilegales de pesca, actividades mineras como la extracción de oro aluvial, tala masiva de árboles, contaminación de los cuerpos de agua, entre otras.

Las características hidrográficas

La red hidrográfica del área de estudio esta representada, principalmente por la cuenca del río Itaya que se caracteriza por tener su origen en el Llano Amazónico. El río Itaya es meándrico y tiene una longitud aproximada de 132 km, con ancho máximo de 545 m cerca de su desembocadura en el río Amazonas y velocidad de corriente baja (entre 0.250 a 0.343 m/s). El río Itaya presenta las características de un río de agua negra; sin embargo durante el periodo de creciente el sector de bajo Itaya se comporta como río de agua blanca debido a que es invadido por las aguas del río Amazonas. Otros ríos circundan al área de estudio, como el sector bajo de los ríos Nanay y Marañón y el sector inicial del río Amazonas.

El régimen hidrológico anual de los ríos presentan cuatro periodos: creciente (marzo, abril y mayo), media vaciante (junio y julio), vaciante (agosto, setiembre y octubre) y media creciente (noviembre, diciembre, enero y febrero). El nivel de agua más alto de estos ríos generalmente se presenta en el mes de mayo, mientras que el más bajo ocurre en el mes de setiembre (Figura 2).

Esta variabilidad en el nivel de agua de los ríos condiciona la existencia de dos grandes ecosistemas, uno inundable y el otro, no inundable o de tierra firme, con sus características biofísicas peculiares.

Figura 2. Niveles de los ríos Amazonas (1987-junio 2000) y Nanay (1969-1998)

Fuente: ENAPU-PERU, Servicio de Hidrografía y Navegación de la Marina SEDAPAL

Las características climáticas

El clima es cálido y lluvioso con promedios anuales de temperatura media entre 25.6 a 27.2 °C y humedad relativa de 78% al 96%. Presenta un régimen pluviométrico tropical con la estación más lluviosa entre octubre y mayo. La precipitación anual promedio es de 3,000 mm. Durante los meses de junio o julio ocurren cambios drásticos en las condiciones climatológicas como el “Fenómeno de San Juan” o “Friaje”, con caída brusca de la temperatura, incremento pronunciado en la presión atmosférica y disminución de la humedad ambiental, producto de la incursión de masas de aire frías y secas provenientes de la Antártida; tiene una duración de 2-4 días, aproximadamente, donde la temperatura puede llegar a 13.6 °C como ocurrió en el Friaje de junio en 1994 (Marengo 1998).

El panorama socioeconómico

Proceso de Ocupación Humana

Desde la perspectiva socioeconómica, esta zona ha soportado un largo proceso de ocupación humana, a través del cual el espacio ha ido transformándose hasta llegar a la configuración actual. Antes de la llegada de los europeos, esta zona constituía el dominio de diversos pueblos originarios de la Amazonía, destacando entre ellos: los Yameo, que estaban en el sector del río Itaya y en la parte media y baja del río Nanay; y los Iquitos, que habitaban la parte alta del río Nanay y que probablemente usaban parte del área de estudio para sus actividades de caza y recolección (Grohs 1974; Espinosa 1995).

En tiempos de la dominación española, la zona pasa a conformar parte interior de una red de “reducciones” creadas por los misioneros Jesuitas. Hasta 1755, se habían conformado alrededor de la zona ocho “reducciones”, destacando entre ellas: San Regis de Yameos, ubicada a orillas del río Marañón; San Miguel de Ucayali de Yameos, localizada probablemente en los terrenos de la actual ciudad de Nauta([2]); San Joaquín de Omaguas, trasladada a la orilla izquierda del río Amazonas en los terrenos del actual caserío del mismo nombre([3]); San Pablo de Napeanos, ubicada en el actual emplazamiento de la ciudad de Iquitos; San Juan Evangelista de Miguianos, ubicada en el río Itaya; San Andrés Apóstol de Parranos, ubicada en las riberas del río Itaya; y Santa María de la Luz de Masamaes y Santa Bárbara, ubicadas a las orillas del río Nanay. Los religiosos, de acuerdo a las ordenanzas de las autoridades virreinales, tuvieron como principal preocupación agrupar (“reducir”) a la gente en centros poblados y mezclar gente de pueblos diferentes. En este período se fomenta la agricultura y las crianzas de porcinos y aves de corral, las que hasta hoy prevalecen como actividades típicas de las poblaciones ribereñas (IIAP et al. 2000).

Con el retiro de las misiones Jesuitas en 1767, varias reducciones desaparecieron y la gente volvió a sus antiguos territorios. Otras reducciones se transformaron en pueblos bajo las órdenes de los teniente gobernadores, que eran por lo general ex soldados de la “escolta” de los misioneros([4]).

Después de la independencia, en 1829, es fundada la actual ciudad de Nauta, y durante 50 años aproximadamente es el centro de las actividades comerciales y portuarias a través del cual se canalizan los productos extraídos de la zona. Sin embargo, a causa del alejamiento del río, en la última mitad del siglo XIX, Nauta pierde vigencia y es desplazada por Iquitos, que florece conjuntamente con el boom del caucho.

Como es largamente documentado, durante la época del caucho (1870-1915), todo el sector de la carretera Iquitos-Nauta y los ríos Itaya y Nanay se convierten en focos de extracción cauchera, actividad que a partir de Iquitos se extendió a toda la amazonía durante medio siglo. En esa época nace la idea de la construcción de una carretera que uniría Nauta con la ciudad de Iquitos (López,1991), pero conforme languidece la actividad cauchera, esta idea pasa al olvido.

A pesar del efecto del declive de la actividad cauchera, Iquitos siguió su proceso de consolidación como ciudad con un crecimiento demográfico bastante alto, y paulatinamente, al irse creando vías de acceso hacia lo que hoy constituye la carretera Iquitos-Nauta, esta zona comenzó a ser intervenida con mayor intensidad. Es así que a finales de la década del 70 ya estaban consolidados los actuales caseríos de Peña Negra, Varillal y Moralillo con una población total aproximada de 300 habitantes (ORDELORETO, 1980).

En los años 80 se desató el entusiasmo por conseguir la construcción de la carretera. En esa década se crearon las asociaciones agrarias y las parcelaciones de El Paujil, Nuevo Horizonte y Ex Petroleros([5]) y en pocos años creció el número de adjudicatarios particulares al mismo tiempo que avanzaban las trochas de penetración y se distribuían en forma misteriosa las parcelas. Luego vino la presión para conseguir la entrega de los certificados de posesión y para el otorgamiento de préstamos del Banco Agrario que tuvo un gran impacto en los bosques de la zona([6]).

En varias de estas parcelaciones, antes de terminar la década del 80, ya habían parceleros que estaban abandonando sus tierras, por la baja fertilidad y la consecuente baja rentabilidad de los diversos cultivos. Sin embargo, cuando a mediados de la década del 90 se decide hacer realidad el asfaltado de esta carretera, la zona empezó a poblarse rápidamente, creándose una red densa de poblados a lo largo de la carretera, esta vez ya no en forma de organizaciones agrarias con fines de obtención de préstamos del Banco Agrario, sino de manera espontánea con el sólo aliciente de las expectativas de especulación de tierras y los beneficios implícitos del acercamiento hacia la ciudad de Iquitos([7]).

Contexto Socioeconómico Actual

En la actualidad, exceptuando las ciudades de Iquitos y Nauta, en el área de influencia de la carretera viven alrededor de 42 mil habitantes, distribuidos en cerca de 200 caseríos dispersos a lo largo de la carretera y las orillas de los ríos Itaya, Nanay y Amazonas. Si se incluyen las poblaciones de Nauta e Iquitos, los habitantes del área alcanzan a más de 400,000 personas (Cuadro 1).

Foto 13. Familia típica siendo encuestada para la obtención de información socioeconómica Foto 14. Casas típicas de los casesrios de la carretera Iquitos-Nauta
Foto 15. Áreas de cultivo adyacentes a un cuerpo de agua Foto 16, Pequeñas embarcaciones de pasajeros
Foto 17. "Rapisheo", jaula flotante construida con materiales de la zona para el trasporte de peces vivos Foto 18. Mononave para el trasporte de pasajeros en el río Amazonas

Cuadro 1. Población proyectada del área de influencia de la carretera Iquitos-Nauta

AMBITOS

TASA DE CRECIMIENTO PROMEDIO ANUAL

AÑOS

1996

2000

2010

Iquitos

3.60

305 514

351 941

501 265

Nauta

6.87

10 471

13 659

26 549

Poblados rurales

1.72

39 394

42 181

50 040

TOTAL

 

354 880

406 081

568 774

Uno de los procesos demográficos más dinámicos de la zona es, sin lugar a dudas, su densificación acelerada, proceso que se viene dando paulatina y sistemáticamente desde la concepción del trazo de la carretera en los primeros años de la década del 80, y con mayor intensidad en los últimos 10 años. Desde 1981, en que la población asentada en la zona apenas llegaba a 2,500 habitantes, al 2000, esta población se había multiplicado en 6.5 veces. Hasta el censo de 1993, la tasa de crecimiento poblacional promedio era del 7.4% anual, lo cual era formidablemente alto en comparación a la tasa de crecimiento regional del 3%, pero esta tasa se acentúa aún mas desde 1996, pasando al orden del 11 % anual (Figura 3).

Figura 3. Evolución de la población en el trayecto de la carretera Iquitos-Nauta

Fuente: CTAR-L/IIAP,1996

La población asentada propiamente en el trayecto de la carretera Iquitos-Nauta y sus vías de acceso secundarias, asciende en la actualidad a más de 12 mil habitantes, distribuidos en 39 centros poblados (caseríos) rurales. La generalidad de la población es mestiza, pero de origen amazónico.

Es decir, la población inmigrante, procede en su mayoría de otras zonas de la región Loreto (76.3%). Un 6.1% proviene de San Martín, 6.8% de Ucayali y un 9.4% de otros departamento de la selva. La población inmigrante de la costa y de la sierra representa menos del 2% de la población mayor de 15 años asentada actualmente en la zona de carretera Iquitos-Nauta y su área de influencia inmediata (Figura 4).

A diferencia, entonces, de otras áreas de colonización (Carretera Federico Basadre, Selva Central, Madre de Dios, entre otros), donde la densificación poblacional está sustentada en la afluencia de inmigrantes alto-andinos, la densificación poblacional del trayecto de carretera Iquitos-Nauta está, mas bien, basada en la inmigración de pobladores ribereños del propio llano amazónico (migración rural-rural) y pobladores urbanos de Iquitos (migración urbano-rural).

Figura 4.  Lugar de nacimiento de la población migrante (mayores de 15 años)
de la zona de la  carretera Iquitos-Nauta

Fuente: Encuesta Socioeconómica (IIAP, 2000).

Demográficamente, la zona de la carretera se caracteriza por:

1.  Una predominancia de la población joven, al igual que en gran parte de la Amazonía rural. Así cerca del 15% de la población total está conformada por menores de 5 años y el 32% por menores de 10 años. Vale decir que casi el 50% tiene menos de 15 años y el 60% no ha completado los 20 años (figura 5).

Una particularidad es el hecho de que hay una concentración de la población en los rangos de edad inferiores (menos de 15 años) y en el rango comprendido entre 35 a 50 años. Esto es explicable porque los jóvenes (entre 15 a 30 años principalmente) tienden a emigrar a Iquitos,  sea por motivos educativos o laborales. Esta particularidad se ha encontrado también en otras zonas ribereñas cercanas a la ciudad de Iquitos, lo que conlleva a inferir que el proceso de migración campo-ciudad que viene ocurriendo en la Amazonía peruana, podría estar siendo alimentada principalmente por población en edad intermedia (15 a 30 años).

Figura 5.  Pirámide de edades de la población en la carretera Iquitos-Nauta

Fuente: Encuesta socioeconómica (IIAP, 2000).

2.  Una predominancia de la población masculina. El índice de masculinidad (que expresa el número de hombres por cada 100 mujeres) es de 111. Esta característica es atribuible, en parte, al hecho de que muchos propietarios de las parcelas, principalmente de las exAsociaciones Agrarias, viven en la ciudad de Iquitos, contratando a obreros varones para el cuidado y mantenimiento de los cultivos. Pero, por otro lado, este fenómeno es característico de zonas de colonización y apertura de frentes de enclave extractivos en la Amazonía. En el caso de la carretera Iquitos – Nauta, aparentemente esta particularidad fue más contundente en los primeros años de ocupación masiva de la zona. Es así que en 1996 se reportaba un índice de masculinidad de 117 (CTARL-IIAP 1996a).

3.  Altas tasas de natalidad y fecundidad. El promedio de hijos por mujer es de 4.68, y el índice de fecundidad, medido por el promedio de embarazos por mujer en edad fértil (12-49 años), es de 4.8. La similitud entre el número de hijos por mujer y el índice de fecundidad evidencia la poca incidencia de abortos accidentales o inducidos. Ambos indicadores son todavía bastante superiores a los indicadores regionales, que fluctúan en el orden del 3.1 (INEI, 1993). Ello expresa un alto potencial de crecimiento vegetativo de la población, aun prescindiendo de la afluencia de inmigrantes.

4. Diferenciación espacial demográfica en función a la concentración de servicios. La tendencia de densificación de la zona no es uniforme. Los sectores de mayor crecimiento poblacional son principalmente aquellos en los que el Estado ha implementado de manera más completa la infraestructura de servicios sociales (Colegios, Centros de Salud, electrificación entre otros) y aquellos ubicados en las zonas de encuentro de la carretera con otras vías de conexión hacia distintos centros poblados o cuencas. Este es el caso de los caseríos Quistococha, Varillal, 13 de Febrero y Cahuide.

La tendencia en el ordenamiento demográfico actual es hacia una densificación del área adyacente a la carretera en sus tramos más próximos a Iquitos, evidenciándose un incremento vertiginoso de áreas deforestadas con fines agropecuarios y de asentamiento en estos sectores. La dotación de servicios sociales como energía eléctrica, teléfonos públicos así como los servicios educativos y de salud también siguen este mismo patrón de densificación.

Respecto al uso actual de la tierra y el desarrollo de las diversas actividades económicas en la zona, se distinguen dos grandes espacios (Mapa 7): el área de bosque poco intervenido, caracterizada por bosques primarios y/o remanentes usados para la extracción de productos maderables, extracción de diversos productos no maderables, caza y recolección de frutos silvestres, así como para la investigación y conservación (Zona Reservada Allpahuayo-Mishana); y, el área deforestada, conformada por cultivos y purmas, localizados principalmente en áreas adyacentes a las vías de acceso carretero y fluvial. Las áreas deforestadas son usadas, además de para: las actividades agropecuarias que son las de mayor extensión espacial; la localización de diversos asentamientos rurales; la prestación de servicios de recreación y/o turismo local en ciertos sectores; y, para la extracción de arena y/o arcilla, entre otros.

En términos de absorción de empleo,  la actividad más importante es la ‘agricultura’. El 76% de la población de 6 años en adelante tiene a  ésta como su ocupación principal (cuadro 2). La agricultura practicada se caracteriza por ser de pequeña escala. Pese a que en sectores como Paujil, Nuevo Horizonte y Ex – Petroleros, el tamaño de la parcela fluctúa entre las 30 y 40 hectáreas, la extensión cultivada en promedio por año es de 5.6 hectáreas por familia. La agricultura en la carretera depende de un uso intensivo de la mano de obra familiar, dado que las áreas agrícolas no están mecanizadas ni se usa en ellas tracción animal para las labores culturales. El sistema empleado es el de ‘tumba-rozo-quema’ con rotación de cultivos y, dada la ausencia de capital en la zona, la mano de obra depende de la familia y, en ocasiones, del sistema de ayuda mutua, denominado ‘minga’([8]).La agricultura también se caracteriza por ser muy poco productiva debido a la calidad de los suelos, a la topografía y a la inadecuada tecnología aplicada.

Los principales cultivos son yuca y plátano, todos sembrados con similar intensidad a lo largo de la zona.  A estos cultivos les siguen en importancia las plantaciones de piña y ‘pijuayo palmito’, existentes a partir del caserío Villa el Buen Pastor (Km. 22 de la carretera) hacia  delante, y caña de azúcar, al lado este de la carretera, entre el centro poblado 13 de Febrero y el río Itaya([9]).

El cultivo de palmito, ampliamente difundido en las asociaciones Agrarias de Paujil, Nuevo Horizonte y Ex Petroleros, representa aproximadamente el 15% del total de área cultivada de estas Asociaciones (Baluarte y Claussi, 1994). Las especies frutales, principalmente la toronja y la cidra, se cultivan por lo general en los huertos familiares, de donde son llevados al mercado esporádicamente, cuando existen excedentes.

Cuadro 2. Ocupación principal de la PEA mayor de 6 años (%)

ACTIVIDADES

PEA MAYOR DE 6 AÑOS

JEFES DE HOGAR

TOTAL

HOMBRES

MUJERES

Agrícola

76.0

76.4

76.6

72.0

Transformación de productos

3.5

3.3

4.3

5.0

Pecuaria

3.2

3.3

3.2

6.0

Cuidado del hogar

3.2

0.5

8.5

0

Transporte

1.4

2.2

0

0

Artesanía

0.7

1.1

0

0

Caza

0.4

0.5

0

0

Pesca

0.4

0.5

0

0

Otro

11.4

12.0

7.4

17.0

Fuente: CTAR-L/IIAP, 1996.

La actividad pecuaria en la zona es incipiente, circunscribiéndose principalmente a la crianza de animales menores como las gallinas, porcinos y patos. Un porcentaje muy reducido de familias cría vacunos (7%), ovinos (5%), bubalinos (4%) y caprinos (2%).

La caza sólo es practicada con cierta regularidad por los pobladores de algunos centros poblados, particularmente de los localizados a partir del caserío Ex Petroleros hacia el oeste. El producto de la caza, además de servir para el autoconsumo, en algunos casos, es comercializado en el mercado de Iquitos, aún cuando en pequeñas cantidades.

La pesca es practicada en forma intensiva en los ríos Amazonas y Marañón, particularmente en los meses de estiaje de estos ríos (agosto-noviembre), y en forma esporádica y menos intensiva en las pequeñas ‘quebradas’ existentes y en los ríos Nanay e Itaya, a los que la población de la zona acostumbra salir, a pesar de las considerables distancias a la que se encuentran desde sus centros poblados. Los productos pesqueros obtenidos por los pobladores del Marañón y Amazonas son destinados a los mercados de Iquitos y Nauta, mientras en las otras zonas son principalmente para consumo familiar.

Otras actividades económicas realizadas incluyen la producción de carbón, leña, aguardiente y la transformación de la yuca en fariña.  En algunas zonas se produce una explotación eventual de piscigranjas artesanales como actividad complementaria.  La elaboración de leña, aún cuando costosa o poco rentable desde el punto de vista de lo que requiere en mano de obra y recursos, constituye una actividad importante, capaz de proveer una ‘caja chica’ a la unidad doméstica, mucho más efectiva que la propia agricultura.

En los caseríos más cercanos a la ciudad e Iquitos (Quistococha, Cruz del Sur, Peña Negra y el Varillal), una parte importante de la población trabaja como dependiente remunerado en las granjas avícolas que abastecen a Iquitos y en las ladrilleras también instaladas en esos sectores. 

Aún cuando la agricultura es el denominador común entre los pobladores rurales del área de estudio, sin embargo, esta actividad y otras son practicadas con diferentes intensidades según localidades y períodos. En general pueden distinguirse en el área de estudio seis espacios socioeconómicos relativamente peculiares (ver Mapa 8): la zona peri urbana de Iquitos, que se caracteriza por una concentración importante de granjas avícolas, ladrilleras y zonas de extracción de arena; la zona de influencia inmediata de la carretera (trayecto de la carretera propiamente), una zona donde se combinan actividades agrícolas de subsistencia, el comercio, servicios de recreación en ciertos sectores y la piscicultura, entre otros; las zonas ribereñas del alto y medio Itaya, fundamentalmente zonas agrícolas donde se practica la agricultura tradicional destinada al mercado de Iquitos combinada con pesca artesanal para el autoconsumo; las zonas ribereñas de los ríos Marañón y Amazonas, que se caracterizan por la importancia de la pesca, particularmente en los meses de estiaje de los respectivos ríos, además de la agricultura; la zona ribereña del Nanay, zona de extracción de productos forestales maderables y no maderables, pesca comercial y subsistencia, así como de pesca de especies ornamentales; y finalmente, las zonas boscosas de moderada presión humana, conformada por áreas boscosas donde la actividad agrícola y otras que impliquen la deforestación masiva están ausentes.

En lo que respecta a los niveles de vida de la población, los resultados de una encuesta aplicada en 1996 reportan que en la zona el 65.3% de los hogares son pobres ([10]). Estos hogares  generan y perciben ingresos por debajo del costo de la canasta básica de consumo. Los hogares en extrema pobreza constituyen el 46.5% del total de hogares de la zona, con ingresos inferiores a 377 Nuevos Soles. Haciendo una comparación con otros estudios, se puede constatar que la incidencia de la pobreza en la zona del eje de carretera Iquitos-Nauta es ligeramente inferior a la de Amazonía rural en conjunto, donde 7 de cada 10 habitantes viven en situación de pobreza (69.7%), frente al 65.3% de la población asentada en el trayecto de la carretera que vive en esta situación. Sin embargo, los niveles de extrema pobreza son similares al resto de la Amazonía rural (46.5% frente al 45.6%).

Impactos Ecológicos de Actividades Antrópicas

Uno de los impactos ambientales más evidentes e inmediatos es la deforestación masiva del área, principalmente en áreas más próximas a la carretera y trochas secundarias. En la actualidad, como consecuencia de la presión antrópica, del área total en estudio (376 856 hectáreas), cerca del 20.8% (77 676 hectáreas) se encuentran intervenidas (incluye zonas adyacentes con bosques donde la vegetación de los doseles inferiores han sido eliminados) y el 18.15% han sido deforestadas principalmente por actividades agropecuarias. Estas áreas actualmente se encuentran como chacras, purmas, bosques remanentes, y, en algunos sectores como áreas totalmente degradas sin cobertura vegetal, como es el caso de algunas zonas que antaño fueron bosques de varillal.

La tasa media de deforestación, medida en base a imágenes de satélite Landsat TM, se incrementó progresivamente durante los periodos 1972 a 1980 (0.44%), 1980  a 1987 (0.55%) y 1987 a 1995 (0.56%) hasta registrarse un incremento mayor durante el período 1995 al 2000 (0.79%) (Rodríguez, 2001). Esta última tasa es mayor a la  registrada en la cuenca del río Aguaytía durante el período 1989 y 1997 (una de las zonas con mayor tasa de deforestación en el Perú).

Además de la deforestación se perciben otros impactos, no menos importantes, como la erosión de tierras en muchos sectores por uso pecuario o agrícola en terrenos con aptitud forestal o de protección. En algunos casos, los suelos sobre las que se desarrollaron los bosques de arena blanca o varillales deforestados con fines agrícolas han sido perdidos, quedando en su lugar zonas sin cobertura vegetal donde aflora la arena blanca. Estas actividades, aunadas a la extracción selectiva de recursos del bosque, probablemente estén causando la pérdida de muchas especies de diversidad.
 
Foto 19 . Áreas deforestadas en terrenos colinosos adyacentes a la carretera Foto 20 . Producción de carbón, actividad muy común en el área de estudio
Foto 21 . Madera rolliza trasportada por el río Foto 22 . Destrucción de hábitats de
fauna por apertura de chacras en bosques de varillales
Foto 23 . Apertura de chacras en terrenos colinosos que favorecen la degradación del suelo Foto 24 . Riesgo de contaminación fluvial
 por extracción de oro con dragas de succión en el río Nanay
   
Mapa 7 . Uso actual de la tierra Mapa 8 . Unidades socioeconómicas
   

[2] Posteriormente fue trasladada a orillas del río Ucayali, aguas arriba de su desembocadura.

[3] Inicialmente fundado en el año 1687, en una isla del Amazonas frente al río Ampiyacu.  Luego fue trasladada a la desembocadura de dicho río, y finalmente, en el año de 1726 fue trasladada a orillas del río Amazonas ocupando los terrenos del actual caserío San Joaquín de Omaguas.

[4] Se llamaban “tenientes” porque actuaban en representación del gobernador español y tenían como principal función hacer cumplir la obligación que se había impuesto a la gente de entregar recursos naturales, los que constituían la “remesa” que se enviaba periódicamente de cada pueblo a los Almacenes del Rey, en la capital de Maynas, sede de la gobernación. Los españoles habían puesto el nombre de Maynas a lo que hoy comprende todo el departamento de Loreto y parte de los departamentos de Ucayali, San Martín y Amazonas  (IIAP et al. 2000).

[5] La colonización formal del trayecto de la carretera se inicia en 1984, con la conformación de la Asociación Agraria de Conductores Directos de “El Paujil” con 324 nuevos colonos. En diciembre del año siguiente se conforma la Asociación Civil Nuevo Horizonte con 84 colonos, un mes después se conforma la Asociación Ex Petroleros con 150 colonos y al año siguiente se formaliza la constitución de la Asociación Agraria “El triunfo”.

[6] El Banco Agrario puso como condición para recibir el préstamo, la tumba de cinco hectáreas de bosque, dos de las cuales deberían ser sembradas con plátano, otras dos con yuca y una última con caña.

[7] La presencia de la carretera al disminuir los tiempos y costos de acceso a la ciudad de Iquitos, aunado a la implementación de servicios básicos, pone a los pobladores prácticamente en la ciudad de Iquitos. Estas ventajas posiblemente fueron y son motivaciones importantes para la inmigración de pobladores ribereños hacia esta zona.

[8] La minga, aparentemente, pierde peso sobre la propia carretera, donde la producción para el mercado es importante y las instituciones comunales resultan débiles o prácticamente inexistentes.

[9] Según referencias de los pobladores, la extensión total de las plantaciones de “palmito” bordearía las 500 has., y las de caña de azúcar las 300 has.

[10] Entendiéndose que dentro de este porcentaje están incluidos tanto los hogares en condición de pobreza no extrema así como los hogares en condición de pobreza extrema, los hogares no pobres del área de estudio representan el 34.7% del total de hogares.